El auditor online de Podemos revela que el plebiscito del chalé no es secreto: Iglesias sabe qué vota cada uno

Eduardo Zaplana
Pablo Iglesias e Irene Montero, en el Congreso.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El secreto de voto no está asegurado en la consulta sobre el chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero. Así lo confirman a OKDIARIO fuentes de toda solvencia de Agora Voting –ahora denominada nVotes– la empresa que ideó el sistema de software libre utilizado para este plebiscito y que ha ejercido como auditora externa en otras votaciones de Podemos.

Agora Voting no supervisará esta votación. Su relación con el partido se limita generalmente a los procesos de primarias. Tampoco lo hará otra empresa. La consulta que determinará la continuidad política de Pablo Iglesias e Irene Montero está directamente tutelada por la secretaría de Organización, en manos de Pablo Echenique. Es decir,ningún auditor externo, y por tanto, independiente, supervisará la neutralidad del proceso, ni la fiabilidad de los resultados.

Dos «autoridades»

Podemos implantó hace tiempo este software –de libre disponibilidad– para llevar a cabo sus procesos telemáticos. El sistema es cien por cien fiable si las personas que lo controlan tienen el compromiso de obrar con responsabilidad y transparencia, como ocurre cuando las votaciones están directamente gestionadas por una empresa externa, como Agora Voting/nVotes.

Sin embargo, el año pasado, Podemos decidió prescindir de auditores en algunas consultas y contrató un curso al mismo Agora Voting/nVotes para formar a algunos de sus trabajadores como «técnicos de autoridad novel de votación». Esto, traducido, significa que empleados a cargo de la formación, a nómina del partido, se dedican a controlar todo el procedimiento.

Desde la empresa explican que estas «autoridades»-que así se denominan en el argot técnico-«son las encargadas de custodiar el secreto de voto». Es decir, el sistema, por sí mismo, no hace anónimo el voto. Es todo un procedimiento en el que esta figura –que en este caso depende directamente de Podemos– tiene un papel clave.

El trabajo de estas autoridades es convertir en «anónimo» el voto, codificarlo, con dos claves –una pública y otra privada– para ocultar qué se ha votado y, finalmente,  realizar el recuento.

En un procedimiento habitual se recurre a dos autoridades, independientes entre sí –y se presupone que sin intereses predeterminados– que, por cada voto, deben generar unas claves de cifrado y descifrado. Es en esos códigos donde está contenido el sentido de la ‘papeleta’.

«Como tener la llave de una caja fuerte»

«Cifrar es como meter algo en una caja fuerte y descifrar es sacarlo de esa caja fuerte. Con ese sistema, tienes una llave que sirve para abrir y otra que sirve para cerrar la caja», explican desde la compañía. «La independencia de esas autoridades es importante porque son los que se encargan de gestionar el secreto de voto». 

El procedimiento es el que sigue: por cada votación, cada una de estas autoridades genera dos claves. Una es pública y la otra, privada. Con las claves públicas se cifran los votos, y con las privadas, se descifran (el contenido de  la ‘papeleta’). «Si al menos una de esas autoridades hace bien su papel, el secreto se mantiene. Si no, no se garantizaría», confirman desde la empresa. Esto es, por tanto, que el partido tendría acceso a lo que se está votando.

¿Se asegura por tanto que mi voto sea secreto? «Técnicamente, tal y como funciona el software, si las autoridades no son independientes entre sí, es posible que puedan acceder al contenido de la intención de voto», confirman desde Agora/nVotes.

Para explicarlo de una forma más sencilla: «Si las dos claves privadas la tiene una misma entidad o persona, pueden acceder técnicamente al secreto del voto. Otra cosa es que lo vayan a hacer, pero técnicamente no es ningún secreto. Es como si tuvieses la llave de una caja fuerte… Se puede abrir». 

Podemos tiene los datos de todos los que votan

¿Se asegura que mi voto sea anónimo? De nuevo, todo está en manos de las autoridades. «Es algo parecido a cuando metes en una urna las papeletas y la urna sirve para anonimizar», responden desde Agora. «Lo que hacen las autoridades es anonimizar esos votos». 

«Si las autoridades no son independientes y son esencialmente sólo una, dicha autoridad tiene capacidad por sí sola de descifrar el voto. Entonces sería técnicamente cierto que puede conocer la intención del voto, otra cosa es que lo hagan», añaden.

Podemos dispone de todos los datos que identifican a los inscritos que acceden al sistema para votar.

Esto es tan sencillo como comprobar que, para darse de alta en el partido, se solicitan datos completos: nombre, apellidos, DNI, correo electrónico, fecha de nacimiento y dirección.

Para acceder al portal de participación es necesario introducir el DNI o correo electrónico y una contraseña asociada. Después, para participar en las votaciones, se pide un número de teléfono válido, al que se enviará un código. Una vez introducida esa clave ya se puede votar.

Podemos dispone, por tanto, de la información sobre la identidad asociada al DNI o al móvil. Y también las claves que genera cada voto. Es decir, su contenido. En este caso, si Iglesias y Montero deben o no dimitir como secretario general y portavoz parlamentaria de Podemos, respectivamente.

La principal diferencia en el caso de los auditores externos, responden desde Agora, es que estos no conocen la «autenticación». Es decir, no tienen acceso a las identidades ni ningún otro dato que permita identificar quién está detrás de cada voto.

Es decir, solo una auditoría externa-realizada por ejemplo por Agora Voting/nVotes-aseguraría que el resultado de la votación es cien por cien limpio.

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